Los oasis de Egipto surgen, como por arte de magia, en mitad del implacable desierto. Un paisaje natural que ya fascinó desde la Antigüedad, como demuestra el nombre que les dio Herodoto: “islas sagradas”. En esta sección te contamos cuáles son los oasis de Egipto, dónde se encuentran y, lo más importante para tu viaje, qué puedes visitar en ellos. Nuestra agencia se encargará de configurar un programa de viaje a tu medida, visitando varios de ellos o permaneciendo en uno, que te servirá de base para descubrir otros lugares de interés en su entorno.
En la actualidad, los oasis de Egipto se nos presentan como islas de vegetación rodeadas del más árido desierto. Sin embargo, no siempre fue así. O al menos, no exactamente. Miles de años atrás, el actual desierto era más bien una sabana donde no resultaba tan infrecuente encontrar manantiales y cursos de agua naturales, y donde las lluvias no eran tan extraordinarias.
Sin embargo, el calentamiento paulatino del clima hizo que toda esta zona se desecara de forma extrema, eliminando prácticamente todo rastro de agua en la superficie. Sin embargo, se mantuvieron importantes acuíferos en el subsuelo, aflorando de forma natural en algunos puntos y siendo explotados por el hombre a través de pozos, gracias a la porosidad del terreno.
En un ambiente tan árido, los oasis de Egipto permanecieron como islas vegetales en torno a los cuales se establecieron poblaciones de diferente tamaño. Y pese a que las condiciones de vida pueden parecer extremas, en algunos momentos gozaron de una gran prosperidad. Esto es así porque resultaban de gran necesidad para las caravanas de beduinos del desierto, que se veían obligados a parar en ellos durante sus largos viajes.
Además, en los oasis se realizaban labores de intermediación y de depósito, lo que dejaba más margen de maniobra y beneficio a los habitantes de estos oasis. ¡Egipto tenía aquí auténticas ‘estaciones de servicio con peajes’ al estilo antiguo! Y la base de aquellas rutas es hoy la red de carreteras que unen los oasis de Egipto entre sí.
Unas paradas obligatorias que, en ocasiones, también lo eran para las expediciones organizadas por los propios faraones. En ellas, se buscaban bienes de lujo, como podría ser el oro, el ébano, el marfil o minerales preciosos. Y su planificación se hacía siempre teniendo en cuenta la ubicación de los oasis de Egipto.
Además de esta importancia económica, los oasis de Egipto también la tuvieron a nivel geoestratégico, especialmente los situados en el Desierto Occidental, también llamado Desierto Líbico: suponían toda una frontera con los vecinos del oeste, los hicsos, que representaban una auténtica amenaza, como se demostró con la conquista del país que protagonizaron en el Segundo Periodo Intermedio.
Por todo ello, los oasis de Egipto no eran entidades independientes y nunca se consideraron territorios ‘extranjeros’, sino que quedaban bajo el dominio y control de los faraones. En los primeros tiempos (Imperio Antiguo), cuando la capital estaba en Tebas o Menfis, eran dirigidos directamente por su administración central. Y más adelante, a partir del Imperio Medio, contaron con administradores propios, aunque siempre controlados desde la capital, Tebas (actual Luxor).
Por otro lado, por su ubicación aislada y casi inaccesible, los oasis de Egipto se presentaban como los lugares idóneos para el exilio de los adversarios de los faraones, de lo que hay algunos ejemplos documentados. En la actualidad, también son muchas las personas que se ‘exilian’ en ellos, pero de una forma muy diferente: viajar a los oasis de Egipto es una forma inmejorable de desconectar del estrés del día a día y de encontrar la paz y tranquilidad tan ansiada en las vacaciones.
Es difícil cuantificar el número exacto de oasis de Egipto, pero a nivel turístico (que es lo que interesará a lectores-viajeros como tú) no son tantos. La mayoría de ellos se encuentran en el Desierto Occidental o Líbico, aunque en puntos geográficos muy distantes entre sí. Menos numerosos y frondosos son los situados al este del río Nilo: en el Desierto Oriental o Arábigo, entre el Nilo y el Mar Rojo, no hay ninguno destacado, pero alguno sí merece nuestra atención en la Península del Sinaí, que en realidad es la prolongación natural de dicho desierto. Veámoslo
Es el más grande de los oasis de Egipto, el más cercano a El Cairo y el más ligado al río Nilo. De hecho, tiene una historia y un desarrollo propio, con un estrecho nexo de unión a los avatares del Antiguo Egipto. En la actualidad, representa uno de los lugares favoritos para las escapadas de los cairotas. A él y a sus atractivos turísticos le dedicamos una página entera.
A varios cientos de kilómetros al oeste del Valle del Nilo, a una latitud paralela a lo que se suele considerar el Egipto Medio, se encuentran tres de los oasis de Egipto en los que nuestra agencia tiene una gran experiencia:
Además de estos oasis de Egipto, cabe mencionar el de Siwa, situado mucho más al norte y en las cercanías de la frontera libia. Su fama se debe, en buena medida, al oráculo que existía en él. En la actualidad, resulta una excursión factible desde los destinos vacacionales del Mar Mediterráneo, en especial Marsa Matruh.
Además de los oasis de Egipto en el continente africano, merece la pena darse una vuelta por la desértica Península del Sinaí, de carácter más árido y, en su zona sur, más montañosa. Aquí precisamente se ubica el oasis de Santa Catalina, que tiene una gran importancia para el turismo religioso. Los viajes de peregrinación tienen como destino el monasterio de Santa Catalina y el cercano Monte Sinaí, tan importante para cristianos y judíos.
Si quieres viajar a los oasis de Egipto, ponte en contacto con Egipto Exclusivo. Nos encargaremos de organizar hasta el mínimo detalle, en alojamiento sorprendentes, con visitas temáticas de interés y con todos los servicios a medida, como el transporte o las comidas. ¡Confía en una agencia con enorme experiencia en los oasis de Egipto!
El Fayum es una región en Egipto conocida por su rica historia, paisajes naturales impresionantes y sitios arqueológicos. Está ubicada al suroeste de El Cairo y es famosa por sus lagos y oasis, que contrastan con el desierto circundante. La región alberga varias pirámides y templos antiguos, así como arte rupestre que data de miles de años. Es un destino fascinante para los amantes de la historia, la naturaleza y la arqueología. Encuentra más detalles en nuestra página dedicada a El Fayum
Siwa es un oasis situado en el desierto occidental de Egipto, cerca de la frontera con Libia. Es conocido por sus olivares, manantiales de agua dulce, y su impresionante paisaje de dunas de arena. La cultura y las tradiciones de la población local, los Siwan, son únicas y han permanecido relativamente inalteradas a lo largo de los siglos. Siwa también alberga el famoso Oráculo de Amón, consultado por Alejandro Magno durante su conquista de Egipto. Descubre más en nuestra página de Siwa.
Dakhla es uno de los cinco oasis del desierto occidental de Egipto, y se encuentra aproximadamente a 350 km al noroeste de Luxor. Es conocido por su tranquilo entorno natural, que incluye dunas de arena, palmerales y manantiales de agua caliente. Además, Dakhla cuenta con varios monumentos históricos, como el Templo de Deir el-Hagar y la villa medieval islámica de Al-Qasr. Más información sobre Dakhla está disponible en nuestra página dedicada.
Dendera, situada al norte de Luxor, es conocida por el Templo de Hathor, una de las estructuras mejor conservadas de Egipto. Hathor, diosa del amor y la alegría, es representada como una vaca o una mujer con cabeza de vaca. El complejo del templo incluye un lago sagrado, varias capillas y un impresionante zodíaco astronómico en el techo de uno de los pórticos. Para obtener más información, visita nuestra página sobre Dendera.
El Oasis de Santa Catalina, situado en la península del Sinaí, es un tranquilo y místico lugar famoso por el histórico Monasterio de Santa Catalina, uno de los monasterios más antiguos del mundo. El oasis está rodeado por montañas desérticas y es un lugar de peregrinación para cristianos, judíos y musulmanes. Además, es un punto de partida popular para excursiones al Monte Sinaí. Para más información, visita nuestra página dedicada a Santa Catalina.
El Oasis de Farafra, ubicado en el desierto occidental de Egipto, es el más aislado de todos los oasis egipcios. Es famoso por su impresionante paisaje desértico, que incluye las formaciones rocosas de piedra caliza blanca del Desierto Blanco. El pequeño pueblo de Farafra ofrece una visión única de la vida en el desierto, y sus habitantes son conocidos por su hospitalidad. Para más detalles, visita nuestra página dedicada a Farafra.
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