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Muchos turistas se preguntan si es seguro viajar a Egipto. Y la respuesta es ‘Sí’, aunque ello no significa que haya que bajar la guardia ni olvidar algunos problemas generales sobre los que no siempre es fácil actuar, al menos a corto plazo. Por ello, en esta página te damos las claves sobre algunas situaciones no deseables, como los robos, las estafas, el terrorismo o la seguridad de las mujeres.
En relación a si es seguro viajar a Egipto o no, conviene abordar la delincuencia en primer lugar. Existen diferentes medidores, algunos gubernamentales y otros elaborados por consultoras. Si nos fijamos en las estadísticas de Numbeo, uno de los sitios web de referencia para comparar diferentes aspectos entre países (calidad de vida, poder adquisitivo de la población, etc.), descubrimos que el índice de criminalidad de Egipto se sitúa en unos 46 puntos, lo que equivale a la calificación de ‘Riesgo Moderado’.
¿Quiere eso decir que es seguro viajar a Egipto? Sí, sobre todo si lo comparamos con otros países de gran tradición turística. Por ejemplo, los que suelen ocupar el ‘Top 5’ en cuanto a número de visitantes al año:
Y es que robar no solo es una acción que está considerada como una de las peores ofensas en el Islam, sino que llevarla a cabo contra viajeros extranjeros está muy mal visto en Egipto. Y esto es así desde una óptica cultural, por la tradicional hospitalidad árabe, y también desde el punto de vista práctico, por ser el turismo una fuente de riqueza económica que conviene cuidar.
Por ello, los trabajadores del sector turístico dispensan un trato muy educado a los viajeros. Y en ellos se puede depositar una razonable confianza, puesto que en un país donde el empleo es un bien muy preciado, nadie quiere exponerse a perderlo por una acción que le deje en evidencia.
En todo caso, nadie está a salvo de que le sustraigan dinero en diferentes situaciones, por ejemplo, en un hotel, aunque no es ni mucho menos lo habitual. Por ello, lo aconsejable es llevar el pasaporte, la cartera y el efectivo en un lugar seguro, siempre encima. También hay que extremar las precauciones en lugares de alta afluencia de gente.
Más común es el riesgo de ser engañado por medio de una estafa, un acto que a veces bordea la frontera entre la picardía y el delito. Un lugar en el que conviene estar ‘ojo avizor’ es en los taxis, puesto que algunos de ellos aún no han montado taxímetros actualizados o ‘casualmente’ están averiados.
En el caso de las tiendas de antigüedades y objetos artesanales, tendrás que hacer gala de ‘ojo clínico’ para distinguir si se trata de una pieza original o de una imitación, a menudo importadas de China. En cualquier caso, te recomendamos que no intentes exportar bienes culturales y antiguos del país, no solo porque contraviene los convenios de la Unesco sobre la lucha contra este tipo de tráfico, sino también porque puede acarrear una sanción.
En los comercios y otros establecimientos, puedes encontrar dos tipos de precios: uno para egipcios y otro para turistas extranjeros. No quedará más remedio que aceptarlo, pero al menos asegúrate de que está claramente especificado.
Hay que reconocer que la década de los años 10 del presente siglo no ha sido la más estable de la historia de Egipto. La Revolución Egipcia de 2011, los cambios de gobierno y algunos atentados turísticos azotaron el país y conmocionaron a la opinión pública internacional.
Sin embargo, todo ello sirvió para redoblar las medidas de protección a turistas en el país. Y desde las instituciones se ha trabajado mucho para a los turistas les parezca que es seguro viajar a Egipto. En este sentido, notarás un gran despliegue de medios y efectivos en los principales lugares turísticos, con la intención de ofrecer un clima de confianza y establecer controles preventivos. Además, también se ha avanzado en estrategias de seguridad nacional, contando con el asesoramiento y supervisión de especialistas internacionales en la materia.
Para las mujeres también es seguro viajar a Egipto, lo cual no quiere decir que resulte cómodo en todos los casos. En una sociedad con las tradiciones muy arraigadas, para muchos ciudadanos resulta poco comprensible que las mujeres viajen solas. Si ese es tu caso, debes estar preparada para preguntas personales: en la mayoría de los casos puede ser una inofensiva forma de entablar conversación, pero que en otros casos puede parecerse más a un interrogatorio embarazoso.
Ocurrirá lo mismo con las miradas sin rodeos y con la ristra de piropos a los que te puedes ver sometida. Y que no debería pasar de ahí. Para ello, es aconsejable evitar aglomeraciones donde pueda haber un exceso de ‘testosterona’. De igual manera, trata de no entrar en el ‘espacio vital’ de otro hombre en lugares públicos y privados, pues estarías creando las condiciones propicias para un tocamiento.
Sirva de ejemplo que, en el Metro de El Cairo, todos los trenes tienen un vagón de uso exclusivo para mujeres. Y no con una intención segregadora, pues de hecho pueden subirse en cualquier otro vagón mixto. Se trata de una medida para evitar el acoso sexual que, por desgracia, era bastante habitual tiempo atrás.
Y hablamos en pasado porque también hay que reconocer que, para las mujeres, ahora es más seguro viajar a Egipto que antes. Desde hace unos años se han promovido leyes e iniciativas activas para erradicar el machismo de la sociedad egipcia, como la tipificación del acoso sexual como delito.
En cualquier caso, hay otra cosa que también es segura: viajar a Egipto con nuestra agencia evitará que te expongas a riesgos innecesarios, tanto si sois un grupo de mujeres como si no. Conocemos bien todos los rincones del país y comprendemos tanto a la población local como a los turistas extranjeros, por lo que sabremos actuar con ‘mano izquierda’ para prevenir situaciones no deseables.
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