Wadi Natrun es un lugar lleno de personalidad, que atrae a miles de turistas interesados en la historia y en la religión, especialmente en el cristianismo copto. En esta página te contamos todo lo que debes saber de sus monasterios, que fueron claves en los primeros tiempos de esta religión y que hoy representan una visita difícil de olvidar. Egipto Exclusivo, por cierto, te puede traer hasta aquí en una excursión organizada a medida, con transporte, guía y comida, entre otros servicios.
En la literatura cristiana de siglos atrás, este lugar se conocía como Desierto de Scetis o Escete, haciendo referencia a los ascetas que aquí se refugiaron y al entorno árido que lo circunda. Pero en realidad, Wadi Natrun es un valle situado justo entre el desierto occidental y el Delta del Nilo, donde hay varios lagos que se secan en verano.
Wadi Natrun es un distrito de la Gobernación de Behera y la ubicación exacta de sus monasterios está a medio camino entre las ciudades de El Cairo y Alejandría: a unos 100 km de la primera y a unos 120 km de la segunda. Se trata de un territorio con asentamientos dispersos, donde viven cerca de 80.000 habitantes, muchos de ellos dedicados a cuidar las granjas y terrenos de cultivo en la zona. La localidad más cercana es Bir Hooker
Prácticamente todo lo que verás en tu visita a Wadi Natrun está relacionado con el cristianismo copto. Pero ya pasaban cosas antes del surgimiento de esta religión… o incluso mucho antes. Y es que aquí se han descubierto fósiles de animales prehistóricos, tanto en tiempos recientes como en tiempos antiguos, como se hace referencia a ello en documentos grecorromanos.
No sería descabellado relacionar estos restos con los de otros yacimientos no muy lejanos, como los del Valle de las Ballenas cerca del oasis del Fayum, por lo que estaríamos hablando de una datación de decenas de millones de años atrás, cuando esta área era muy diferente: primero, el fondo del Mar de Tetis y, después, una zona húmeda y llena de vegetación.
Ya en tiempos del Antiguo Egipto hay referencias a Wadi Natrun, al menos desde el reinado de Ramsés II. El motivo de que la civilización faraónica pusiera sus ojos en estos lagos estacionales se puede adivinar por su nombre: ‘Natrun’ deriva de ‘natrón’, un tipo de sal mineral que permanecía aquí después de que el agua de dichos lagos desapareciera en verano.
El natrón se utilizaba principalmente con dos fines, y ambos relacionados con los ritos funerarios de la religión egipcia. El primero, para el tratamiento del cadáver de un difunto durante el proceso de momificación, pues con esta sal se impregnaban las vendas que envolvían a la momia. Y el segundo, para elaborar la cerámica vidriada denominada ‘fayenza egipcia’, con las que se realizaban los Ushebti o figurillas que acompañaban al difunto en la tumba.
Pero como decíamos, la verdadera historia de lo que verás en Wadi Natrun comienza a escribirse en la época romana, cuando los primeros cristianos sufrieron una feroz persecución por sus creencias. El deseo de huir de esas persecuciones y llevar una vida contemplativa y austera están detrás del nacimiento del movimiento eremítico egipcio, de la mano de San Pablo de Tebas y de San Antonio Abad, quienes se establecieron en los siglos III y IV en el desierto oriental de Egipto.
En cambio, a este lado del Delta, en el desierto occidental, otros siguieron su ejemplo y se convirtieron en referentes. En especial, San Bishoi (o Bishoy), probablemente fundador de los primeros monasterios de Wadi Natrun en el siglo IV. En ellos, la actividad tuvo un carácter menos eremita y más monástico, con reglas que regían la vida apartada pero en comunidad de sus monjes.
Desde entonces, Wadi Natrun se mantuvo como refugio de cristianos, tanto aquí como en los cercanos monasterios de Nitria y Kellia, también en el desierto. Según algunas fuentes, en Wadi Natrun y en una vasta área a su alrededor pudo haber decenas e incluso centenares de monasterios. Pero las difíciles relaciones con las autoridades de Bizancio primero y con los dominadores árabes después provocaron el cierre de la mayoría de ellos.
De ese modo, solo han logrado sobrevivir cuatro monasterios en Wadi Natrun que, además de ser destinos turísticos de gran interés, también mantienen su actividad religiosa. De hecho, aunque la mayor parte del año presentan un aspecto tranquilo, en determinadas fechas señaladas se llenan de peregrinos y fieles.
Esa actividad religiosa y la ubicación aislada del lugar han permitido que se conserven interesantes obras de arte en su interior. En su alrededores, en cambio, domina la agricultura como actividad económica,. En cuanto a la explotación del natrón, esta cayó fuertemente a medida que otras sales fueron reemplazando a este mineral a nivel industrial: se puede decir que el proyecto más ambicioso en este sentido fue la línea de ferrocarril Egyptian Salt and Soda Company, que conectaba estos yacimientos con Al Khatatbah y, de ahí, a El Cairo.
Los atractivos turísticos de Wadi Natrun son, únicamente, sus cuatro monasterios, que además no están exactamente juntos (calcula unos 25 km entre un extremo y otro). Pero visitar los cuatro merece la pena, pues todos están cargados de historia y conservan estructuras y obras de interés artístico. En sus alrededores, en cambio, no encontrarás otros monumentos dignos de mención. A continuación repasamos los cuatro monasterios.
El monasterio de San Bishoy de Wadi Natrun es probablemente el más importante de los cuatro. Recibe este nombre porque fue fundado a mediados del siglo IV por este santo, San Bishoy el Grande. De hecho, en una de las iglesias del recinto se conserva su cuerpo, del que se dice que está incorrupto y que se saca en procesión cada 15 de julio. Es venerado por la Iglesia copta y también por la ortodoxa, bajo el nombre de San Paisios.
Se trata de un monasterio fortificado, como la mayoría de los que se encuentran en Egipto, para evitar ataques. La primera se levantó en el siglo V, pero la actual es del siglo XX, promovida por el papa copto Shenouda III, que inició su vida monástica aquí… y aquí está enterrado también.
Cuenta con cinco iglesias, con sencillos y prominentes campanarios, que aportan un interesante contraste de formas geométricas con las formas semiesferas de las cúpulas. Llama la atención la mezcla del color dorado del adobe con el verde de sus jardines, una característica común a otros monasterios de Wadi Natrun.
Se fundó en el siglo VI y se encuentra muy cerca del monasterio de San Bishoy. Debe su nombre a que, desde el siglo VIII, fue el hogar de monjes sirios, siguiendo una tradición arraigada en Egipto de acoger a este tipo de religiosos procedentes de todo el mundo, pues este país se considera la cuna de la vida monacal. Y Wadi Natrun tiene mucha ‘culpa’ de ello.
No obstante, desde el siglo XVII dejó de estar habitado por sirios. En realidad, su verdadero nombre es Monasterio de la Santa Virgen María, siendo un lugar para devoción y defensa del papel de la Virgen como madre de Dios. Los elementos de mayor interés en el monasterio son su fortaleza y sus iglesias.
Por lo que respecta a la fortaleza, destaca su altura y también sus puertas, algunas de ellas levadizas. En cuanto a las iglesias, la más importante es la de la Santa Virgen María, en la que destaca su Puerta de Predicciones, su altar y sus bóvedas, con decoración de frescos y grabados. También se conserva la cueva en la que rezaba San Bishoy y en ella se puede ver el punto del techo en el que ataba sus cabellos para no dormirse en las oraciones nocturnas.
Se trata de otro de los monasterios primitivos de este conjunto, en esta caso fundado por San Macario a mediados del siglo IV, uno de los referentes espirituales del movimiento monacal egipcio y que acabó recalando en Wadi Natrun para su retiro espiritual.
Este monasterio, además, goza de gran prestigio porque de aquí han salido numerosos papas coptos. También conserva importantes reliquias, como la de los ‘cuarenta y nueve mártires de Escete’ y los restos de San Juan Bautista, encontrados en una celda, aunque sobre este último punto no hay unanimidad. En cualquier caso, dicha celda puede ser visitada, con el debido permiso a los monjes.
Arquitectónicamente, fue restaurado profundamente en el siglo XX, con un evidente estilo racionalista y austero, pero también conserva estructuras antiguas de la fortaleza y los edificios religiosos. A nivel artístico, destacan algunas puertas de madera tallada del interior de la iglesia principal, cuya torre sobresale de todo el conjunto.
Este monasterio fue fundado también en el siglo IV y probablemente por San Macario, aunque su nombre deriva de la forma copta de decir ‘dos romanos’, en referencia a dos santos de época romana, Máximo y Domicio, cuyos restos se conservan aquí.
En el siglo VII fue fortificado y en el siglo XI se realizaron los trabajos artísticos más notables del conjunto: los frescos de la iglesia de la Virgen, con escenas de su vida. También merece la pena disfrutar de los jardines, muy bien cuidados por los monjes que aquí han sabido explotar su lado más paisajista.
Ahora que ya conoces la ubicación, la historia y los atractivos turísticos de Wadi Natrun, te damos otras informaciones de interés para tu visita: cómo llegar, cómo moverse, qué servicios encontrarás aquí, etc. Ten en cuenta que la modalidad más común para visitar estos monasterios es la de excursión desde El Cairo y Alejandría, con duración de una jornada.
La carretera es la única vía de llegada a Wadi Natrun. No hay ningún aeropuerto en sus alrededores y tampoco una estación de tren que dé servicio a esta zona, pues la línea férrea que utilizó la Egyptian Salt and Soda Company Railway y que mencionábamos más arriba queda como una mera curiosidad del pasado.
Se puede venir en coche desde El Cairo y desde Alejandría a través de la autopista 75, que conecta ambas ciudades. A mitad de camino hay un desvío para tomar la carretera Wadi Al Netroun – Al Deblomasein y, tras unos 10 km de trayecto, llegarás a los monasterios. El tiempo total del trayecto es de 1 hora y 30 minutos aproximadamente, tanto desde El Cairo como desde Alejandría.
Por tanto, puedes alquilar un vehículo para realizar estos trayectos por tu cuenta o, mejor aún, recurrir a un taxi privado. Como puedes imaginar, Egipto Exclusivo ofrece este servicio, dentro de un paquete de excursión con todos los detalles necesarios para disfrutar de la experiencia.
Más complicado resulta organizar el viaje en autobús. Las grandes empresas no incluyen Wadi Natrun entre sus destinos, por lo que no hay forma de llegar de esta manera hasta la misma puerta de los monasterios. La única opción viable es hacer la ruta El Cairo-Alejandría (o viceversa) y apearse en el área de servicio y descanso de Master Rest. Y desde ahí, puede que encuentres taxis (o incluso tuk tuks) a la espera de turistas para realizar estos últimos kilómetros de viaje hasta los monasterios. Por tanto, si tienes pensado probar con esta opción, asegúrate de que la compañía de autobús permite esa parada intermedia entre El Cairo y Alejandría.
Como decíamos, los monasterios de Wadi Natrun no están juntos, sino dispersos en una zona extensa, de unos 25 km entre los dos más alejados (el de Al Baramouse y el de San Macario). Por tanto, será imprescindible que recurras a un medio de transporte para moverte por ellos, puesto que visitar solo uno solo resultará a todas luces incompleto.
En este caso, el taxi es de nuevo la opción más adecuada para moverse de un monasterio a otro, pues no encontrarás líneas de transporte regular entre todos ellos. Encontrarás taxis en la zona, aunque probablemente tengas que negociar un precio cerrado por los cuatro desplazamientos. Una tarea que te ahorrarás si realizas el viaje con nosotros, pues nuestro conductor estará con vosotros durante toda la excursión.
Para organizar tu visita a Wadi Natrun debes tener en cuenta los periodos de apertura y cierre pues, al tratarse de monasterios con actividad religiosa, podrías encontrarlos cerrados puntualmente por algún motivo. En especial, eso podría ocurrir durante el período de Cuaresma (desde el miércoles de ceniza al domingo de Resurrección), el Adviento (cuatro semanas anteriores a la Navidad ) y el Tránsito de María (a mediados de agosto).
Ten presente que en los alrededores no hay demasiada variedad de comercios: solo algunos puestos para adquirir recuerdos sobre los monasterios y cafeterías básicas para un té o un bocado frío. Algunos de los monasterios pueden ofrecer servicios de acogida y comida a peregrinos y visitantes en general, pero debes consultar con ellos las condiciones.
También debes tener en cuenta que no hay oficina de información turística en Wadi Natrun, pero todos los monasterios tienen página web y/o oficina en El Cairo, a las que puedes llamar para resolver alguna duda.
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