El río Nilo es mucho más que una gran corriente de agua natural. Fue y sigue siendo el eje principal del país: a nivel geográfico, se trata de su columna vertebral de Egipto, y a nivel cultural es el lugar mítico que sirvió de fuente de inspiración para su antigua religión. Y por supuesto, es fuente de vida y riqueza, sobre todo por las posibilidades agrícolas que ha ofrecido (y continúa ofreciendo) a los habitantes de este país.
En la actualidad, el río Nilo también representa todo un atractivo turístico gracias a los cruceros que se organizan por su cauce, especialmente en el Alto Egipto. De ello se encarga nuestra agencia, tanto en embarcaciones tradicionales como en motonaves. Por su importancia en la vida, la cultura y la economía del país, le dedicamos esta página, donde conocerás todas sus peculiaridades y datos de interés.
Antes de profundizar en la importancia que tiene el río Nilo para Egipto, conviene conocer rápidamente sus principales datos:
Por tanto, repasando las partes en que se divide el río Nilo desde su nacimiento, nos damos cuenta de que por Egipto discurre ‘sólo’ su parte final. Sin embargo, no es poco: más de 1.500 km de cauce en dirección sur-norte. Y eso da lugar, a su vez, a otra subdivisión que explicamos más a fondo en la página dedicada a la Geografía de Egipto:
La sola presencia del río Nilo no fue lo que hizo posible el surgimiento y el desarrollo del Antiguo Egipto, una de las civilizaciones más avanzadas para su época. Lo que de verdad hizo sostenible su economía y sus formas de vida fueron las crecidas de su cauce. Se trataba de un fenómeno natural que ocurría con una periodicidad anual e implicaba que el nivel de las aguas del Nilo crecieran hasta inundar las vegas situadas a una y otra orilla del río.
El motivo de estas crecidas del río Nilo hay que buscarlo miles de kilómetros al sur, en los primeros tramos de esta gran arteria fluvial. Especialmente, en el Nilo Azul, uno de los dos ramales que nutren su caudal desde el Nilo Medio en adelante. El Macizo Etíope, donde nace este ramal, experimenta una intensa estación húmeda entre mayo y agosto, cuando se desencadenan copiosas lluvias monzónicas. Esto, junto a la crecida del río Sobat en el Nilo Blanco, provoca un gran aumento del caudal que se va trasladando paulatinamente hacia el norte, sobrepasando las seis cataratas y llegando a Egipto a partir de junio-julio.
Por tanto, el ciclo anual del río Nilo era, según su ritmo de crecidas:
Aunque era un ciclo anual, podía haber variaciones climáticas que reducían o aumentaban las lluvias monzónicas en el Macizo Etíope. Y eso trastocaba el sistema agrícola egipcio, ya fuera por exceso de inundación del río Nilo o por defecto. Además, el alcance y el momento de las crecidas variaban según la zona geográfica. Construcciones como el Nilómetro, hoy visitable en El Cairo, predecían cómo sería la crecida de ese año. Se suelen estimar las siguientes diferencias entre Aswan (sur de Egipto y final del Nilo Medio) y El Cairo (ubicación más avanzada, antes de la formación del Delta):
Las crecidas del río Nilo dejaron de ocurrir a mediados del siglo XX por la acción del hombre: durante el mandato de Gama Abdel Nasser, se construyó la gran presa de Aswan para represar el cauce al entrar en el país, más al sur de Aswan. Eso dio lugar al Lago Nasser, que tiene una pequeña parte en Sudán, junto a Wadi Halfa, donde recibe el nombre de Lago de Nubia.
Este lago tiene un tamaño aproximado de 550 km de longitud y una anchura variable que alcanza los 35 km en su punto más alto. Este megaproyecto, como es de imaginar, tuvo un gran impacto no solo natural, sino también económico, social y cultural. Entre otras cosas, provocó el desplazamiento de la comunidad nubia ubicada en el sur de Egipto debido a la anegación de sus poblados.
También obligó a desmontar piedra a piedra templos y monumento del Antiguo Egipto situados en la zona, trasladándolos a una cota más alta para evitar su ruina. Abu Simbel es el más famoso de todos, pero también otros. Una tarea para la que fue necesaria ayuda internacional y, como señal de agradecimiento, el gobierno egipcio regaló templos a los principales colaboradores. España fue uno de ellos, recibiendo como presente el Templo de Debod, hoy en un parque de Madrid.
Por tanto, el cauce del río Nilo es en la actualidad constante y no sujeto a variaciones estacionales significativas, pues la presa de Aswan lo regula. Este control del cauce permite, a su vez, las comunicaciones por barco entre las ciudades de Aswan y Wadi Halfa en el Lago Nasser. Y sobre todo, permite la realización de cruceros turísticos por todo el Alto Egipto, que nuestra agencia organiza a medida.
A falta de una explicación científica que permitiese comprender por qué se producían las crecidas del río Nilo, la civilización del Antiguo Egipto desarrolló su propia teoría. Y como es habitual en estos casos, recurrió a la religión, estableciéndose un sólido vínculo entre uno y otra.
La mitología egipcia daba, en realidad, varias explicaciones. Una de ellas, muy difundida en la región de Gebel el-Silsila, otorgaba al dios Hapi el protagonismo: esta deidad vivíaen una cueva rupestre en el entorno de las cataratas del río Nilo, junto con un harén de diosas rana. Y de ella emergía cada año para provocar así la crecida de las aguas. La otra teoría apunta a la diosa Isis: las lágrimas que le provocaba la muerte de su esposo y hermano Osiris propiciaban anualmente la crecida. Esta inundación, que se consideraba divina, se celebraba con una festividad religiosa el 15 de agosto, con una duración de varias semanas.
Además de este mito y esta conmemoración de la crecida, se puede decir que este fenómeno influyó en la visión del mundo de los egipcios y, en particular, en la explicación que daban al origen del universo (las cosmogonías). Según las diferentes teorías (heliopolitana, hermopolitana y menfita), el origen de todo estaba, de una u otra manera, en las aguas primigenias de donde surgieron los dioses creadores, diferentes según una teoría u otra. Esas aguas podrían inspirarse en el propio cauce del río Nilo que, en su retirada, hacía surgir o germinar el resto de elementos.
El río Nilo fue y sigue siendo uno de los grandes motores económicos de Egipto, pues en torno a él se desarrolla buena parte de su actividad económica. Su importancia fue fundamental durante el Antiguo Egipto, puesto que el fascinante fenómeno natural de sus crecidas agudizó el ingenio y la ingeniería de sus gentes, empujándolas a desarrollar sistemas de irrigación y canalización para aprovechar ese flujo de agua y ese aporte de limo que transportaba, verdadera clave para la fertilidad de los terrenos.
Los diferentes proyectos desarrollados en El Fayum son un buen ejemplo de ello, ya desde tiempos tan tempranos como los años del Imperio Medio. Pero esta importancia se mantuvo después con todas las civilizaciones posteriores, incluso después de la conquista musulmana. Así lo demuestran los sucesivos proyectos de mejora de la irrigación, una técnica en la que los árabes eran especialmente expertos. Así hizo, entre otros, Saladino, quien renovó el Canal de José o Bahr Yussef en El Fayum en el siglo XII.
Pero a pesar de su dominio de esta técnica, las variaciones en las crecidas del río Nilo podían ocasionar periodos de malas cosechas, hambruna e inestabilidad social. Así ocurrió, por ejemplo, en tiempos del califa fatimí Al-Mustansir (mediados del siglo XI), desencadenando una gran crisis, agravada por conflictos bélicos con turcos y bereberes.
Con los avances industriales surgidos a partir del siglo XIX, que diversificaron la economía egipcia y mejoraron las técnicas de regadío, el peso del río Nilo en la economía del país disminuyó. Pero dadas las duras condiciones para la vida que ofrece el desierto, todavía la gran mayoría de la población egipcia vive en las riberas o en el delta de esta gran arteria fluvial, cuyos cultivos aún representan más del 10% del PIB del país.
Y a ello se suma el motor económico que supone para el turismo, pues uno de los grandes atractivos para quienes visitan el país es precisamente hacer un crucero por las aguas del río Nilo. Y lo es tanto por su belleza natural como por los tesoros histórico-artísticos que cobija, así como por las comodidades de las embarcaciones que surcan por sus aguas. En esta página puedes conocer más sobre los magníficos cruceros que ofrece nuestra agencia, ya sea en embarcaciones tradicionales o en motonaves, que te harán vivir una experiencia inolvidable.
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