Si hablamos de arte bizantino, una de sus grandes señas de identidad son sus iconos, como los iconos del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí: surgidos en los primeros tiempos del cristianismo en Oriente y popularizados siglos después, hasta el punto de mantenerse como el elemento más reconocible del arte ortodoxo y presentes en iglesias cristianas. Tal popularidad alcanzó que fueron la causa de algunos grandes cismas en la Iglesia (conflictos iconoclastas), pues en los siglos VIII-IX se llegó a considerar que el culto a estas imágenes excedía lo deseable, llegando a la idolatría.
Pues bien: la mejor concentración de iconos del mundo está precisamente en Egipto, y es la mencionada del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí. Por eso, en este post nos centramos en este recinto y, más concretamente, en su colección de iconos, que hará las delicias de los amantes del arte y la religión.
Qué es un icono
Los iconos son representaciones de la Virgen, de Jesucristo o de santos cristianos efectuadas con una serie de características muy reconocibles. Por ejemplo, su habitual composición en primer plano o busto aumentado, dando gran monumentalidad a los personajes representados. Sus fondos dorados son también muy habituales, con diferentes técnicas pictóricas, como la témpera o la encáustica. Además, las figuras suelen mostrar una cierta rigidez y hieratismo, lo que refuerza su carácter sagrado y solemne.
Los mejores iconos del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí
La importancia de los iconos del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí reside en dos aspectos: su calidad técnica y, sobre todo, su antigüedad, pues aquí se conservan algunos de los iconos primitivos que, de una u otra manera, ejercieron una gran influencia en el arte bizantino y ortodoxo, y también en otros artistas posteriores, incluso contemporáneos.
Estos iconos se encuentran en el llamado Museo del Monasterio, formado por una decena de salas. Pero, a pesar de sus reducidas dimensiones, su valor es enorme y es capaz de generar un ambiente de paz e incluso misticismo entre los visitantes que lo recorren.
Si hubiera que destacar algunos de los iconos del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí, sin duda los siguientes no podrían quedar fuera de la selección:
- La Escalera del Divino Ascenso (siglo XII): representa el camino ascendente que deben llevar los monjes ascéticos para llegar al cielo, compuesto de 30 peldaños. Jesús espera en lo alto de dicha escalera. Y también está presente Juan Clímaco, monje anacoreta y ascético que ideó este camino celestial en el año 600 aproximadamente
- Apóstol San Pedro (siglos VI-VII): elaborado en la técnica de encáustica por un artista anónimo de Constantinopla, muestra a este santo con su habitual atributo: las llaves del cielo. También están presentes Jesucristo y la Virgen María
- Pantocrátor del Sinaí (siglo VII): probable regalo de la corte del emperador bizantino Justiniano a este monasterio, es uno de los iconos de mayor maestría técnica, en especial por la representación del rostro de Jesucristo, donde a pesar de su cierta rigidez deja entrever una emotiva compasión hacia el espectador
- Moisés y la zarza ardiente (siglo XII): icono interesante porque representa un episodio acontecido en el propio monasterio, es decir, el milagro que presenció este profeta, que aquí se está desatando la sandalia mientras contempla el prodigio
- Menologion para todo el año (siglo XI): obra de gran interés por su minuciosidad, pues estas tablas muestran el calendario anual de fiestas asociadas a cada santo. En la parte superior, Jesucristo y la Virgen, así como las principales fiestas del cristianismo
Estos son sólo cinco iconos de la colección, pero cuenta con otros muchos, así como manuscritos de gran valor elaborados precisamente en este monasterio, además de objetos litúrgicos antiguos. Por todo ello, el monasterio y, en particular, su museo son de visita obligada para los amantes del turismo cultural y religioso.