Acampar en el desierto de Egipto es una experiencia que seduce a muchos viajeros. Y para algunos, casi tanto como entrar a una Pirámide de Giza o a una tumba del Valle de los Reyes. Si ese es tu caso, no deberías perder de vista este artículo en el que te contamos algunas cosas que tienes que saber antes de embarcarte en ello.
#1. Solo se admite pernocta
A diferencia de otros países del Sahara, donde existen auténticos campamentos tradicionales de carácter permanente, en Egipto no ocurre lo mismo: en este país solo se permite la pernocta, es decir, montar una tienda para pasar la noche y, a la mañana siguiente, desmontarla para seguir la ruta.
#2. Elige bien la ubicación
Aunque hablamos genéricamente de acampar en ‘el desierto de Egipto’, en realidad son dos los desiertos existentes (el Occidental y el Oriental o Arábigo) y, dada su inmensidad, la variedad de lugares a elegir es muy grande. Se suele elegir un entorno cercano a algún oasis para montar la tienda, como el de Siwa, el del Fayum o el de Farafra. Pero sin duda, los lugares favoritos por su encanto suelen ser los del entorno del Oasis de Bahariya: el Desierto Negro y el Desierto Blanco.
#3. Come al modo tradicional
Como es lógico, tus comidas en el desierto de Egipto tendrán que ser sobre la marcha, pues no encontrarás locales a tu alrededor. Pero el desayuno, el almuerzo o la cena son inmejorables oportunidades para comer al estilo tradicional, como hacían los antiguos nómadas beduinos del desierto. Sobre todo, si surge la ocasión de cocinar en pleno desierto, lo cual suele implicar la preparación de algún plato de carne en modo BBQ. Y por supuesto, lo que no podrá faltar es un té beduino con ‘habak’, una hierba local que recuerda a la menta.
#4. Aprovecha para realizar actividades
Si vas a acampar en el desierto de Egipto, no te limites a ‘mirar’ (algo que, ya de por sí, tiene un encanto especial). También puedes ‘hacer’ mucho: es habitual disfrutar de una experiencia o actividad dentro del viaje al desierto. Las opciones son variadas: desde practicar yoga u otros ejercicios espirituales hasta recorrer kilómetros en modo safari con un quad 4×4. Sin olvidar otras propuestas aún más innovadoras como realizar sandboard, una especie de descenso por dunas, algo que se puede hacer en lugares muy específicos donde existen dunas, como en Dahab.
#5. Organízalo con una agencia
Por último, otra cosa que deberías hacer si pretendes acampar en el desierto de Egipto es organizar todo el viaje con una agencia local de confianza, como es nuestro caso. Con personal experimentado y acreditado, podrás disfrutar de manera segura de esta experiencia. La lengua no será una barrera y, sobre todo, la elección del lugar será la más adecuada, ya sea por las vistas del entorno, la comodidad del acceso o la (relativa) cercanía de servicios necesarios.