El azul egipcio es una buena muestra del altísimo nivel técnico que alcanzó esta civilización. Pero, ¿sabes exactamente qué es y por qué resulta tan importante en la historia de la humanidad? ¿Y sabes dónde puedes contemplarlo con tus propios ojos durante tu viaje a Egipto? En este post te damos todas las claves que debes saber.
Qué es y por qué es importante el azul egipcio
El azul egipcio es un pigmento que en el Antiguo Egipto se utilizaba para decorar diferentes lugares y objetos, normalmente de alto valor simbólico. Y resulta importante porque se considera el primer color sintético de la historia.
¿Qué quiere esto decir? Muy sencillo: ante la escasez, mala calidad y/o alto precio de los minerales que podían ofrecer polvos de color azul de manera natural (azurita, lapislázuli, cobalto), los antiguos egipcios se vieron empujados a ‘inventarlo’. Y lo hicieron mezclando sílice, cal, cobre y un álcali, para lo cual tuvieron que emplear una temperatura de fabricación realmente elevada: entre 800 y 1000 ºC.
Gracias al descubrimiento de este pigmento, los antiguos egipcios pudieron emplearlo en determinados detalles donde era necesario, como por ejemplo la cara de Amón-Ra cuando se quería enfatizar el papel de este dios como creador del mundo.
Se cree que el azul egipcio se usó ya desde la Dinastía IV (en torno al 2.600 a.C) y se han descubierto auténticos talleres de fabricación en masa de este pigmento, como en Tell-el Amarna en tiempos de Akhenatón (h. 1350 a.C). De hecho, parece que fue usado en el famoso busto de su esposa Nefertiti, del Neues Museum de Berlín.
Este color posteriormente fue difundido y asimilado por otras civilizaciones, como la romana, pero con el paso de los siglos cayó en desuso y quedó en el olvido… hasta su recuperación moderna por parte de los investigadores.
Dónde encontrar este color en Egipto
Existen numerosas piezas con azul egipcio repartidas en distintos museos del mundo, entre ellos el Museo Británico de Londres o el Museo Egipcio de Turín. Pero si deseas verlo con tus propios ojos durante tu viaje a Egipto, también podrás hacerlo. No obstante, los ejemplos que han llegado hasta nosotros son escasos porque el paso del tiempo ha hecho que este pigmento desaparezca de la mayoría de lugares donde se había aplicado en un inicio.
En el Museo Egipcio de El Cairo hay algunos ejemplos. Es el caso de la escultura de Rahotep, medio hermano del todopoderoso faraón Keops, así como en la decoración de algún sarcófago aquí expuesto.
En Luxor hay más ejemplos. Uno de los más importantes está documentado en el Valle de las Reinas. En concreto, en la tumba de Nefertari, esposa del gran Ramsés II, de la Dinastía XIX.
No muy lejos de Luxor se puede encontrar uno de los pocos templos del Antiguo Egipto que aún conserva parte de su cromatismo original: el Templo de Dendera, donde también se utilizó este pigmento sintético. Así, el visitante puede imaginarse la riqueza de colores que tenían las construcciones egipcias en su origen. Por tanto, si vas a viajar a Egipto con nosotros, abre bien los ojos para descubrir el azul egipcio en compañía de nuestros guías expertos, que os llevarán a descubrir los rincones más interesantes del país.