¿Está abierto el Gran Museo Egipcio de Giza?

Los amantes de la Egiptología y sus museos llevan ya muchos años esperando una fecha que no terminaba de llegar: esa en la que, por fin, esté abierto el Gran Museo Egipcio de Giza (GME, por sus siglas en inglés). ¿Ha llegado ya por fin ese momento? En el momento de redactar este post, en noviembre de 2024, se puede decir que sí, aunque con matices. Aquí te damos una valiosa información descriptiva, que te servirá como aperitivo de lo que se avecina.

Sí, el Gran Museo Egipcio de Giza está abierto, pero…

pero no todo. De hecho, faltan por abrir algunas de las zonas más importantes del museo y aún no se ha procedido con la inauguración oficial, esa en la que no faltarán los altos dignatarios del país y grandes personalidades de la cultura y la política del resto del mundo.  De hecho, esta apertura se puede considerar casi una prueba para comprobar cuál es la aceptación por parte del público y en qué medida se puede introducir en los paquetes turísticos de agencias como la nuestra.

¿Qué se puede visitar en el GME?

Quienes tengan el privilegio de visitar el GME ahora, antes de su inauguración total, podrán recorrer sólo algunas partes del recinto. No obstante, teniendo en cuenta que se convertirá en uno de los museos más grandes del mundo, este recorrido ‘reducido’ bien puede prolongarse durante varias horas.

Entrada, hall y escalinata

Sólo llegar hasta el Gran Museo Egipcio de Giza ya resulta una experiencia impresionante: contemplar su fachada principal impone por su monumentalidad y formas, que se inspiran en las famosas pirámides de Giza, situadas a un par de kilómetros de aquí. El diseño, a cargo principalmente de Heneghan Peng Architects, ha tratado de poner el énfasis en la amplitud de espacios, los juegos de luz, su diálogo con el entorno y una propuesta museística donde quepan las últimas innovaciones tecnológicas para la visita.

Tras entrar por su acceso principal, el hall deja boquiabierto al visitante, no sólo por la arquitectura sino sobre todo por la bienvenida de su gran protagonista: una estatua colosal de Ramsés II que parece emerger de una lámina de agua, quizá como referencia al Nilo o a las aguas primordiales que, según la religión egipcia, fueron el origen de la vida.

Desde el hall, el visitante se dirige hacia las salas abiertas y, para llegar hasta ellas, ha de subir una escalinata que esconde otra sorpresa: la contemplación, a través de un gran ventanal, de las Pirámides de Giza: una visión que recuerda al visitante que todo es real y que aquella civilización se presenta ante sus ojos.

Las 12 salas visitables

Tras la escalinata, se llega al comienzo del recorrido propiamente dicho, que por ahora se ha concebido como un resumen y primera toma de contacto con la rica colección que albergará el museo. Estas 12 salas hacen un recorrido histórico y cronológico del Antiguo Egipto, pero el contenido también se agrupa por temáticas, con el fin de facilitar la comprensión de la colección al visitante:

  • Salas 1, 2 y 3: civilización prefaraónica y primeras dinastías (Imperio Antiguo)
  • Salas 4, 5 y 6: Imperio Medio
  • Salas 7, 8 y 9: Imperio Nuevo
  • Salas 10, 11 y 12: el Egipto ptolemaico y romano

En todas las salas se exponen piezas, documentos y estatuas de enorme valor, destacando las de los reyes Kefrén y Micerino (Sala 2), la de Sesostris I (Sala 4), la de Hatshepsut (Sala 8) o la de Alejandro Magno.

¿Y qué queda por abrir y exponer? 

Tras este repaso por lo que hay ya expuesto en el GME, toca preguntarse: ¿qué queda? Y es mucho, pues son sus ‘platos fuertes’, sin duda. En concreto, toda la tumba de Tutankamón, que se expondrá con todo lujo de detalles. Y además, la barca solar de Keops, descubierta hace décadas en la Gran Pirámide de Giza y que encontrará aquí el espacio amplio y adecuado para su exposición. Pero eso será ya en 2025… si se cumplen las previsiones.

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