El templo de Edfu es, para muchos, uno de los más bellos de todo Egipto. Por ello, está más que justificado hacer una excursión a él o una parada durante un crucero por el Nilo. En esta página te ofrecemos información sobre este monumento construido hace más de dos milenios, pero también te damos algunas sugerencias adicionales, que puedes integrar en tu viaje de la mano de Egipto Exclusivo.
Edfu se encuentra a una distancia equidistante de Luxor (al norte) y Aswan (al sur): unos 110 km la separan de cada una, que son las dos principales ciudades del Alto Egipto. Forma parte de la Gobernación de Aswan y, además, es la puerta de entrada al Valle del Nilo para muchos viajeros que vienen aquí desde sus resorts vacacionales en el Mar Rojo, especialmente los de Marsa Alam y su entorno.
Se encuentra en un cruce de caminos que se caracteriza por su fértil vega, dedicada tradicionalmente al cultivo de la caña de azúcar. Su población ronda los 130.000 habitantes, que ahora también se dedican masivamente al turismo, puesto que el templo de Edfu es una de las visitas favoritas de quienes viajan por el sur del país.
Esta visita se puede realizar en cualquier época del año, incluido el invierno. De hecho, esta época es la favorita de muchos turistas, puesto que las temperaturas son cálidas durante el día, como en el resto del Valle del Nilo: unos 25ºC de máxima, con mínimas nocturnas que rara vez bajan de 7ºC. En invierno, conviene protegerse bien del calor y la insolación, pues se superan los 40ºC en las horas centrales del día.
El templo de Horus en Edfu, o simplemente templo de Edfu para la gran mayoría de los turistas, se trata de uno de los grandes atractivos del sur de Egipto. Se construyó ya en el epílogo del Antiguo Egipto, en época ptolemaica, como algunos de los más famosos del país, por ejemplo el de Filae en Aswan o el de Dendera en el Egipto Medio.
Está consagrado, principalmente, al dios Horus, hijo de Isis y Osiris, y uno de los más venerados en la religión egipcia. Especialmente por los monarcas, del que se consideraban su manifestación terrenal. Además, tenía una gran significación religiosa, en unión con el templo de Hathor-Isis de Dendera: desde aquí se organizaba periódicamente una gran procesión fluvial con la imagen del dios, que acudía al encuentro con su madre y pareja, aguas abajo.
Uno de los grandes artífices del templo de Horus en Edfu fue Ptolomeo XII, padre de la famosa Cleopatra, en el siglo I a.C. Sin embargo, se inició su construcción un siglo y medio antes, en tiempos de Ptolomeo III. Era una época en la que estos gobernantes de Egipto, de dinastía griega, cuidaban la cultura local reproduciendo templos de la era faraónica. El templo muy probablemente se levantó sobre otras construcciones anteriores, pues se han descubierto elementos de tiempos del Imperio Nuevo.
Por suerte para los turistas de hoy en día, ha llegado en buen estado hasta nosotros. En parte, por ser relativamente reciente, pero también porque ha permanecido semi-oculto durante siglos, pues las crecidas del Nilo fueron sepultando de lodo y tierra su estructura, cubriéndola casi hasta el techo. A mediados del siglo XIX, cuando el egiptólogo Auguste Mariette promovió su excavación y recuperación, se utilizaba como vivienda, almacén y establo.
Su recinto es, además, uno de los más grandes de aquella civilización, con unas dimensiones de 76 x 79 metros, y una altura de 36 metros en su gran pilono de entrada. Por ello, la visita al templo de Horus en Edfu te ocupará bastante tiempo y te llevará por diferentes espacios, que repasamos a continuación.
Se trata de la entrada monumental al templo de Horus en Edfu, aunque ahora los visitantes entran al recinto por una acceso trasero. Impone por su altura y por las escenas representadas en relieve: Ptolomeo XIII sometiendo y golpeando a sus enemigos. En la cara interior del pilono de entrada se representan escenas de una de las grandes hazañas de Horus: la de vengar la muerte de su padre a manos de Set, su hermano y dios del caos.
Justo a ambos lados de la entrada se encuentran dos de sus elementos más famosos: las dos esculturas en granito negro que representan al dios Horus en forma de sendos halcones colosales.
Una estatua similar de Horus está instalada en la sala hípetra o patio peristilo, el primer espacio que el visitante encuentra nada más entrar al templo de Edfu, en el que se yergue como un simbólico vigilante sosteniendo la doble corona de Egipto. Este patio se trata de un lugar descubierto y rodeado de columnas con capiteles en forma vegetal.
Tras el patio peristilo se encuentran las dos salas hipóstilas, cada una con 12 estupendas columnas, decoradas con relieves que, en algunos casos, aún conservan su policromía. Desde aquí sale un pasillo que da acceso a lo alto del pilono de entrada, desde donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad, el Nilo y su verde entorno.
Es la parte más sagrada del templo de Edfu, donde se encuentra el naos o cámara tallada en granito en la que se conservaba la estatua del dios. También aquí está la barca sagrada en la que la imagen divina se sacaba en procesión fluvial, llegando hasta el templo de Dendera para su reencuentro con Hathor.
Alrededor del santuario de Horus hay diferentes salas o capillas auxiliares, también decoradas con relieves y escenas de dioses de la religión egipcia. Un ejemplo es la capilla del Año Nuevo, donde puede verse a Nut, diosa del Cielo, ocupando prácticamente todo el espacio del techo.
El templo de Edfu tenía su propio Nilómetro, es decir, una cámara subterránea que servía para medir las crecidas del río Nilo cada año. Era algo habitual en el Alto Egipto, pues hay otros ejemplos en Aswan y Kom Ombo, aunque también aguas abajo, como en El Cairo. Permitía valorar cuál era el ritmo de aumento de su cauce y así entender si iba a ser un buen año para la agricultura, o bien uno de sequía o excesivas inundaciones.
El recinto del templo de Edfu tiene también su propia Casa del Nacimiento Divino o Mammisi, estructura muy habitual en época ptolemaica y romana. Aquí se celebraba el nacimiento de Horus y también del monarca reinante en ese momento.
Los espectáculos nocturnos son una forma distinta y más espectacular de disfrutar del templo de Horus en Edfu, como también lo son en otros monumentos famosos del país, como Abu Simbel o los templos de Luxor. En este caso, se aprovecha el gran pilono de entrada como superficie sobre la que proyectar efectos de luz y sonido, con imágenes sobre la historia del templo y sobre la antigua civilización egipcia en general.
Aunque la gran mayoría de los viajeros que integran Edfu en su programa lo hacen para visitar el templo de Horus, en los alrededores de la ciudad hay otros lugares que pueden despertar el interés de otras personas. Lugares que se pueden visitar como un plus de esta excursión o como una parada adicional en un crucero por el Nilo.
Fuera del recinto amurallado del templo de Horus en Edfu, a unos 7 km al sur, se encuentra un yacimiento arqueológico dominado por una pirámide y que está siendo investigado en la actualidad, por lo que las visitas podrían estar restringidas. Su antigüedad le otorga un gran valor, pues podría remontarse a la Dinastía III. Su inspiración pudo ser la pirámide de Saqqara, pues también presenta un perfil escalonado.
El Kab es un yacimiento arqueológico situado a unos 20 km al norte del templo de Edfu, en la orilla oriental del río Nilo. Este es el nombre árabe actual, pero también recibe otras denominaciones, lo que a veces produce cierta confusión: los antiguos egipcios llamaron a esta ciudad Nekheb, por vincularse a la diosa Nejbet, mientras que los griegos se referían a ella como Eileithyiaspolis, pues asimilaron esa deidad a una de su religión: Ilitía.
El Kab fue capital del III Nomo del Alto Egipto durante el Imperio Nuevo, sustituyendo así a Hieracómpolis, situada justo en la otra orilla del río. En realidad, queda mucho trabajo por hacer en este gran yacimiento arqueológico, pero ya hay algunos espacios visitables y musealizados. Los principales son:
Hay dos formas de llegar hasta El Kab. Una, a través de la carretera 75, que pasa justo por el centro de lo que fue la ciudad de Nekheb o Eileithyiaspolis. Y la otra, en barco, pues esta suele ser una parada habitual en los cruceros con embarcaciones a vela (diahabiyas y falucas), a medio camino entre Esna y Edfu.
Pese a no ser una ciudad muy grande, el templo de Edfu recibe muchos turistas cada año. Y eso no solo se debe a su atractivo, sino también a las variadas formas que existen para llegar hasta aquí. Las repasamos a continuación.
El templo de Edfu es una parada casi obligatoria en todos los cruceros por el Nilo, por lo que buena parte de sus visitantes llegan hasta aquí en barco. La opción más popular es la motonave, de mayor capacidad. Pero las más exclusivas son las diahabiyas y las falucas, que son además las embarcaciones a vela tradicionales en el país desde tiempos inmemoriales. En Egipto Exclusivo podemos planificar este crucero premium para una experiencia inolvidable.
También debes tener en cuenta que desde el embarcadero hasta el templo de Edfu hay una distancia de 1 km a pie, aproximadamente. Por ello, encontrarás calesas tiradas por caballos esperando la llegada de los turistas en sus cruceros, ofreciéndoles este servicio de ‘transfer’.
Por carretera también es posible llegar fácilmente a Edfu. Sobre todo si optas por la opción del vehículo con chófer, puesto que las posibilidades de alquilar un coche en la zona son reducidas. Lo mismo ocurre con los autobuses turísticos, pues las grandes empresas de transporte no suelen incluir este destino en sus rutas.
En cambio, el vehículo privado con conductor ofrece confort, seguridad y flexibilidad en cuanto al servicio. Esta es una lista de ciudades desde las que se puede organizar un viaje por carretera hasta Edfu y su templo:
Gracias a esta opción de transporte, el templo de Edfu forma parte de muchos circuitos turísticos, como excursiones de una jornada o varios días, en combinación con otros lugares cercanos. Puedes contactar con Egipto Exclusivo para conocer más detalles de este servicio, que ofrece nuestra agencia desde muchas ciudades del país.
La principal línea de ferrocarril de Egipto recorre todo el Valle del Nilo, desde El Cairo hasta Aswan, pasando por Edfu. Por ello, cuenta con una estación que también es utilizada por turistas para acercarse a conocer el templo de Horus en Edfu. El servicio más recomendable es el tren nocturno, que viaja de madrugada, aunque deberás consultar la disponibilidad para asegurarte de que efectivamente hace parada aquí.
Como ves, las opciones para visitar el templo de Edfu son muy variadas. Sea cual sea la elegida, Egipto Exclusivo te ayudará a planificar los detalles del viaje y de la experiencia, con alojamiento, guías privados y restaurantes de calidad si así lo requieres. ¡Queremos ser tu agencia de confianza en el país!
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