Como venimos contando en este blog, la gastronomía de Egipto es muy rica y variada, además de saludable: muchos de sus platos son aptos para vegetarianos, según su receta original, es decir, sin modificaciones ad hoc. Sin embargo, también ofrece tentaciones dulces que son difíciles de rechazar y que nos podemos permitir de cuándo en cuándo. Es el caso del kanafeh, uno de los postres más deliciosos de toda la cocina local. En este post te contamos qué es, qué lleva y por qué deberías probarlo durante tu viaje por el país.
Origen del kanafeh
El kanafeh es un pastel típico de los países árabes y, en general, de todo el Levante mediterráneo. De hecho, es bastante más común en el norte de Egipto, es decir, en el Delta del Nilo y en la capital, El Cairo.
Se cree que su origen está en el actual territorio de Palestina y, desde allí, se difundió por otros lugares. De hecho, hay versiones muy parecidas en países cercanos pero de cultura distinta, como en Turquía (kadayif tel) y en Grecia (Kadaifi).
Qué lleva el kanafeh
El kanafeh es fácil de reconocer por su aspecto inconfundible. Está hecho a base de kadaif, que son una especie de fideos finos de semolina, al estilo del cabello de ángel o los vermicelli italianos. Lo curioso aquí es que estos se mezclan o se aplastan junto con mantequilla y queso cremoso tipo requesón, tras haberlos sometido a cocción.
Cuando la mezcla es la adecuada, sin enredos, se pone en una bandeja y se introduce en el horno. Ello le da una consistencia agradable, blanda y lo suficientemente compacta como para que quede textura de pastel.
Tras ello, se empapan en almíbar, que es lo que le aporta ese toque dulce intenso tan característico. Ese almíbar o sirope suele estar elaborado con agua, azúcar y jugo de limón. Y como es habitual en toda la repostería árabe, no falta el toque final en forma de frutos secos, que pueden ser nueces, pistachos u otros, casi siempre molidos o en pequeños trozos. Por último, su parte superior suele tener un aspecto naranja, que puede ser simplemente el efecto de un colorante alimentario, aunque lo ideal sería que fuera por la ‘costra’ que se forma como resultado del horneado.
Pero lo que más te impactará del kanafeh es probablemente ese placer indescriptible que se experimenta al cortar una porción y ver cómo se separan los hilillos de queso del pastel. Un placer que se puede vivir también al darle un bocado o cortarlo con una cucharilla al llevártelo a la boca.
Cómo y dónde comer kanafeh en Egipto
Al tratarse de un pastel, se suele servir en porciones triangulares. Eso lo convierte en una opción perfecta como postre tras un menú, o bien como un delicioso dulce a tomar con cuchara mientras se degusta un té o un café.
Como decíamos, en el norte de Egipto está especialmente difundido el kanafeh. En El Cairo encontrarás una interesante variedad de establecimientos donde encontrarlo. En algunos casos, son pastelerías que elaboran confecciones apropiadas para llevar, ya sea por su tamaño o por su consistencia.
Y por supuesto, si vas a comer en un restaurante local de cierto nivel, búscalo en el apartado de postres, pues es probable que figure como especialidad o sugerencia de la casa. Se trata, además, de un dulce muy difundido durante el mes del Ramadán: son muchos los egipcios que, en un ambiente familiar, toman este dulce durante el iftar (cena para romper el ayuno).
Si crees que este postre puede gustarte o simplemente quieres degustarlo como una experiencia cultural, no dudes en pedir consejo a nuestro personal: a buen seguro sabrán aconsejarte una pastelería o un restaurante en el que deleitarte con el sabor dulce de este pastel egipcio.