Encontrar la tumba de Alejandro Magno es uno de los grandes retos de la arqueología moderna, que raya con la obsesión en algunos casos. Pero por el momento esos esfuerzos han sido infructuosos, pues no se ha encontrado ni el cuerpo y la estructura en la que fue introducido el gran emperador macedonio. Este post recopila los datos más importantes sobre la tumba de Alejandro Magno: dónde estaba, cuándo se perdió su rastro y qué teorías hay en la actualidad sobre su paradero.
¿Dónde estaba la tumba de Alejandro Magno?
Alejandro Magno murió en Babilonia en el año 323 a.C, causando un gran impacto entre sus tropas. Tras ello, se tomó la decisión de ‘repatriarlo’ de vuelta a su tierra natal, Macedonia, en la que reposaría eternamente. Para ello, se debió de construir un lujoso sarcófago antropomorfo en el que contener su cuerpo y, además, un gran palio bordado de púrpura para alojar dicho sarcófago, así como su armadura y armas. Y todo ello, sería tirado por más de 60 mulas para recorrer una distancia de unos 1.500 km. Pero nunca llegaron a su destino.
El imperio alejandrino sufría un conflicto abierto entre sus sucesores y eso pudo provocar que Ptolomeo, que a la postre fue gobernador de Egipto y fundador de una nueva dinastía, tomara la drástica decisión de interponerse en el camino y llevar la tumba a Egipto. Según se cree, la trasladó a Saqqara, necrópolis de Menfis, primera gran capital egipcia. Tiempo después, Ptolomeo II decidió realizar un nuevo traslado, en este caso hasta Alejandría, ciudad fundada por el propio emperador macedonio. Y ahí permaneció durante siglos, siendo visitada por emperadores romanos como César Augusto o Caracalla, supuestamente el último en hacerlo.
¿Cuándo se perdió su rastro?
Si la tumba de Alejandro Magno estuvo en Alejandría todo ese tiempo hasta el siglo IV, lo más probable es que no sobreviviera en buenas condiciones a los avatares que sufrió esta ciudad en aquel entonces. Empezando por el tsunami y el terremoto que arrasó la ciudad en el 365 y siguiendo por los saqueos y desórdenes en los estertores del Imperio romano. Es en este contexto en el que, al parecer, la tumba pasó a paradero desconocido.
¿Qué teorías hay?
Existen diferentes teorías sobre la ubicación de la tumba de Alejandro, si realmente todavía se conserva. Algunas son más probables y otras más estrafalarias, pero a continuación mencionamos las principales:
- La que goza de mayor base es la que defiende Calliope Limneos-Papakosta, arqueóloga que dirige una excavación en el centro de Alejandría, en lo que en su momento fue el barrio real. Los trabajos siguen su curso, aunque Papakosta se muestra optimista con los futuros resultados
- La teoría veneciana, lanzada por el británico Andrew Chugg, sugiere que los supuestos restos de San Marcos de la basílica de Venecia son, en realidad, los del emperador macedonio, cuyo cadáver fue ataviado como un santo para poder ser sacado en barco desde Alejandría a la ciudad italiana en el siglo IX
- Otros lugares en los que también se ha buscado de manera infructuosa la tumba de Alejandro Magno son la mezquita Nabi Daniel y el cementerio latino de Alejandría, en el oasis de Siwa, donde Alejandro visitó su famoso oráculo en el 330 a.C o la antigua ciudad de Anfípolis (Macedonia)